Coral

El Coral, pese a su aspecto similar a una piedra, es un ser marino viviente, y más exactamente un celentéreo microscópico. Los Corales vivos filtran el agua del mar y segregan al exterior los minerales (principalmente carbonato de calcio) para formar el exoesqueleto, la parte dura y ramificada que todos conocen. El Coral subacuático es una de las dos fuentes utilizables; la otra fuente es la constituida por los depósitos fósiles, fuera de la superficie marina que, por acumulación, se han formado en las tierras emergidas a lo largo de muchos millones de años (coral terrestre o fósil). Es preferible utilizar Coral fósil procedente de depósitos terrestres, porque la recogida de coral marino subacuático provoca graves daños en el fondo del mar. Además, el coral subacuático se ha formado recientemente, en mares contaminados con hidrocarburos y metales pesados, mientras la formación del coral fósil terrestre se remonta a hace millones de años, en épocas anteriores a cualquier fuente de contaminación. El Coral fósil es una importante fuente de calcio y de Magnesio.