Aspartamo

El Aspartamo es una sustancia de alto poder edulcorante y bajo tenor, hasta 200 veces más dulce que la sacarosa (el azúcar común de mesa), motivo por el que bastan cantidades muy pequeñas para endulzar comidas y bebidas. Por este motivo, el aspartamo resulta muy útil para quienes padecen diabetes y para las personas que quieren reducir el aporte de calorías en su dieta. Fue descubierto en 1965 y está autorizado desde hace muchos años como edulcorante de mesa en casi todo el mundo. Hay muchos estudios que confirman que el aspartamo es un producto que puede utilizarse con seguridad. La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) confirma en términos absolutos la seguridad del aspartamo para los consumidores, incluidos los niños, las mujeres embarazadas y en período de lactancia; así lo establecen también órganos reguladores como el Comité Mixto FAO/OMS sobre Aditivos Alimentarios (JECFA) de las Naciones Unidas, así como la American Food and Drug Administration (FDA). Su nivel de seguridad es tan elevado que se admite hasta una dosificación máxima de 40 mg por kilogramo de peso corporal, dosis máximas que están muy por encima de las correspondientes a otros edulcorantes autorizados y difundidos. El aspartamo es, por tanto, el edulcorante mejor tolerado y más seguro.